A estas alturas ya no voy a preocuparme porque los centros comerciales empiecen su temporada de Navidades en Noviembre.
Quizás sea un poco más desconcertante la elección del animal que tira del trineo. ¿A quién se le ocurrió utilizar una jirafa? ¿Qué pasó con los renos? ¿Los Reyes Magos se habían llevado hasta el último camello disponible?
Pero lo que realmente me supera es el cartel. ¿Tan difícil es deletrear Navidad correctamente? Si ni siquiera se puede pronunciar eso que han escrito. ¿Nadie se ha dado cuenta todavía del pequeño fallo? ¿Han encargado el cartel en un país donde no se usa el alfabeto latino y no aceptaban devoluciones?
Por favor, arréglenlo aunque sea con pintura. Que, una vez que lo has visto, ya tus ojos no se pueden apartar más del dichoso cartelito y todo pinta que faltan casi dos meses para que lo retiren.